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RESEÑA HISTÓRICA

El poblamiento de lo que hoy es el territorio de Tabasco pudiera remontarse a unos 1,000 años a. d. C., cuando en la región occidental del estado aparecieron los olmecas. Considerada la cultura más antigua de Mesoamérica, los olmecas alcanzaron su máximo esplendor en La Venta hacia el año 800 a. d. C., y su decadencia se inició tres siglos después, dejando como prueba de su gran pasado, las cabezas colosales y otros monolitos monumentales.

Hacia los años 300 de nuestra era apareció en este territorio otra gran cultura, la maya, iniciándose la fundación de las grandes ciudades de Comalcalco, Pomoná, Morales o Reforma, Santa Elena, El Tortuguero y Jonuta, sitios que alcanzaron su máximo esplendor durante los siglos VI y VII.

Zona Arqueológica de Comalcalco.

El encuentro de nativos y españoles se dio durante la segunda expedición que los españoles enviaron desde Cuba para explorar las tierras continentales de América, la cual se adentró en la desembocadura del río Grijalva y desembarcó en Potonchán, una importante población del señorío Chontal de Acalan; la expedición llegó en 1518, capitaneada por Juan de Grijalva.

En 1519, otra expedición comandada por Hernán Cortés llegó a la desembocadura del río Grijalva, desencadenándose la batalla de Centla en la que los españoles por primera vez utilizaron como vehículo de guerra los caballos y la artillería. Conseguido el triunfo, Cortés dispuso la fundación de la Villa de Santa María de la Victoria,

que fue la primera capital de la provincia de Tabasco, donde el conquistador español recibió del cacique tabasqueño 20 mujeres, entre ellas, la célebre Malinche.

Durante la segunda mitad del siglo XVI, luego de varios intentos infructuosos de pacificar la provincia de Tabasco, por fin los españoles se establecieron sin problemas en la villa de Santa María de la Victoria, pero para entonces los piratas ingleses se habían posesionado de la isla del Carmen y de otros puntos estratégicos en la costa del Golfo de México, desde donde atacaban las poblaciones españolas, saqueando el comercio, destruyendo viviendas y ultrajando a las mujeres.

Uno de los sitios favoritos para los desmanes piratas fue la villa de Santa María de la Victoria, por lo que sus habitantes decidieron establecerse tierra adentro en la margen izquierda del río Grijalva, en un sitio conocido como las tres lomas, donde fundaron San Juan Bautista, población a la que en 1598 el rey Felipe II dio el título de Villa Hermosa y le concedió a la provincia un escudo de armas, uno de los más antiguos de América que aún identifica a Tabasco.

Luego de la destrucción total de la Villa de Santa María de la Victoria, los piratas comenzaron incursionar por el río Grijalva llegando hasta la Villa Hermosa de San Juan Bautista, la que también fue atacada e incendiada en varias ocasiones, obligando de nueva cuenta a sus habitantes a buscar refugio en las zonas altas de la sierra; es así como la capital de la provincia se traslada a la villa de Tacotalpa donde permaneció más de un siglo.

A principios del siglo XVIII, el Alcalde mayor de Tabasco, Alonso Felipe de Andrade, organizó las milicias tabasqueñas a las que se unieron las veracruzanas, para combatir a los piratas ingleses logrando expulsarlos de la isla del Carmen, con lo que España recobró un territorio estratégico para la seguridad de los pueblos costeros del golfo y una importante ruta comercial marítima.

Alejada la amenaza pirata, el gobierno colonial de Tabasco volvió los ojos al sitio donde se había fundado San Juan Bautista, ahora un pequeño pueblo al que sus habitantes llamaban Villahermosa del puerto; fue el gobernador Miguel de Castro y Araoz, quien en 1795 decidió establecer de nuevo aquí la capital de la provincia.

El atraso en que se encontraba la provincia, “sin escuelas, ni hospitales”, como relata patético en una misiva el gobernador Araoz, fue sin duda el ingrediente para que los tabasqueños dejaran pasar desapercibidamente el movimiento de Independencia de México; sólo un hombre llamado José María Jiménez, levantó su voz en 1814, pero casi de inmediato fue encarcelado por el gobierno colonial que se apresuró a levantar actas en las más importantes poblaciones de la provincia en las que se juraba lealtad a la corona española y se repudiaba el movimiento insurgente.

´´La Malinche´´, MUral de la Historia de tabasco, Héctor Quintana.

No obstante, en 1821 luego de la firma del Plan de Iguala donde España reconoció la Independencia de México, el general Antonio López de Santa Anna, Comandante en jefe del batallón de Acayucan, Veracruz, envió a Tabasco al capitán Juan Nepomuceno Fernández Mantecón, para proclamar en esta provincia la Independencia de México. En 1823 Tabasco fue una de las primeras provincias que se unieron al pacto federal, constituyéndose en entidad federativa, misma que promulgó su primera Constitución Política en 1824.

Durante los primeros años de vida independiente, Tabasco, como el resto del país, fue escenario de una serie de luchas armadas con altos costos en vidas y en detrimento de la economía y el desarrollo social. En 1846 los norteamericanos que habían declarado la guerra a México, tomaron el puerto de Frontera y siguiendo el curso del río Grijalva, llegaron a la capital de Tabasco defendida heroicamente por un grupo de patriotas encabezados por el coronel Juan Bautista Traconis, los que impidieron desembarcar al invasor.

Reforzados con más soldados y armas, los estadounidenses al mando del comodoro Mathew Perry, quien perdió uno de sus hijos en el primer intento de invasión, volvieron a la carga sobre la ciudad de San Juan Bautista la que bombardearon despiadadamente antes de tomarla. Sin apoyo del gobierno federal, el ejército tabasqueño formado por un puñado de valientes, aplicó tácticas de guerra de guerrillas para hostilizar a los invasores estadounidenses, que por otra parte fueron presa fácil del clima y de las enfermedades tropicales, viéndose obligados a abandonar la capital de Tabasco, apenas un mes después de haberla tomado.

En 1862, el presidente Benito Juárez declaró una moratoria de pagos a Inglaterra, España y Francia, y éstas potencias amenazaron con invadir México; luego de intensas negociaciones, los gobiernos de los dos primeros países aceptaron un acuerdo, rehusándose el de Francia que inició la intervención a México. El ejército francés apoyado por soldados martinicas, mercenarios y traidores, tomaron la capital de Tabasco nombrando regente del gobierno a Eduardo González Arévalo.

La invasión imperialista a San Juan Bautista, produjo una reacción nacionalista en diferentes puntos del estado. El primero en levantarse en armas desconociendo al gobierno invasor fue el coronel Andrés Sánchez Magallanes en la Villa de Cárdenas; lo secundó el también coronel Gregorio Méndez y su hermano Pedro en Comalcalco y Jalpa; mientras en Tacotalpa se pronunciaba el coronel Lino Merino y los hermanos Bastar en Teapa; Eusebio y Cornelio Castillo hicieron lo mismo en Jalapa y Pichucalco.

Haciendo alarde de sus fuerzas, González Arévalo emprendió campaña militar contra los rebeldes de la Chontalpa y puso precio a las cabezas de Magallanes y Méndez, pero no contó con el apoyo popular. El 1 de noviembre de 1863 fue vergonzosamente derrotado por las fuerzas republicanas al mando del coronel Gregorio Méndez en el Jahuactal, Cunduacán, episodio glorioso para los soldados nacionales que marcó el inicio de la debacle imperialista en Tabasco. Unificadas las fuerzas republicanas, marcharon sobre San Juan Bautista logrando expulsar a los intervencionistas franco traidores el 27 de febrero de 1863.

Mural de la Batalla del Juhuctal, Cunduacan.

Por éstas fechas se inició la devastación de la selva tabasqueña. Los potentados empresarios madereros como los Romano, Bulnes, Valenzuela y Schindler, establecieron en San Juan Bautista su centro de negocios e iniciaron también la deforestación de la selva lacandona. A cambio, la capital tabasqueña se convirtió en un emporio maderero y en un importante centro comercial al que llegaban productos europeos principalmente. En 1879 se fundó el Instituto Juárez, primera escuela de educación superior en Tabasco.

Durante los años de la dictadura porfirista, el indiscriminado saqueo de los recursos naturales como la explotación del chicle y las maderas preciosas, sólo redundó en beneficio de los hacendados que, insaciables de riquezas, perfeccionaron el sistema de explotación de los peones del campo con tiendas de raya donde los pobres trabajadores se mantenían endeudados. Las impagables deudas eran heredadas a sus descendientes que eran brutalmente esclavizados por los llamados amos. En la región de los Ríos donde las actividades maderera y chiclera fueron preponderantes, surgió una mujer llamada Salomé Marín Virgilio que, en contracorriente, fundó escuelas en Balancán donde enseñó oficios y a leer y escribir, y difundió ideas liberales entre los pobres siendo perseguida por los esbirros del dictador; ésta heroína de la libertad fue la que inspiró al joven José María Pino Suárez.

A finales del siglo XIX y principios del XX, ya había un personaje claramente identificado con la dictadura porfirista en Tabasco, se trataba del general Abraham Bandala Patiño, quien al menos en 16 ocasiones fue electo gobernador del Estado. En 1906, durante su última reelección, un grupo de jóvenes intelectuales entre los que destacaban Manuel Mestre Ghigliazza, Domingo Borrego, Andrés Calcáneo Díaz, Carlos Ramos y Lorenzo Casanova, protestaron públicamente por la enésima reelección del General y en respuesta fueron encarcelados.

El acto represivo lejos de acallar el encubado descontento popular, abonó la semilla de la inconformidad contra el régimen dictatorial del general Díaz. En 1908, un grupo de ciudadanos de la Chontalpa encabezados por Fernando Aguirre Colorado, fundaron en Huimanguillo el club antirreleccionista “Melchor Ocampo”.

El descontento popular contra la dictadura porfirista no se hizo esperar en Tabasco luego del estallido de la revolución el 20 de noviembre de 1910; en el municipio de Cárdenas el general Ignacio Gutiérrez Gómez al mando de las fuerzas rebeldes de la Chontalpa y de Acayucan, Veracruz, se levantó en armas contra el gobierno del general Díaz; era gobernador de Tabasco el potentado terrateniente y empresario maderero Policarpo Valenzuela Yera. El general Gutiérrez murió a manos del ejército federal a principios de 1911 durante el combate de Aldama, Comalcalco.

Instituto Juárez.

El fin de la dictadura porfirista y el triunfo electoral de Francisco I. Madero, quien llevaba como compañero de fórmula en la vicepresidencia al tabasqueño José María Pino Suárez, llenó de júbilo al pueblo. No obstante, un movimiento contrarevolucionario encabezado por el general Pascual Orozco en el norte del país, intentó derrocar el gobierno de Madero.

Esta rebelión fue secundada en Tabasco por José Gurdiel Fernández, un ex cura español que había fundado el periódico “El Correo de Tabasco”, donde criticaba acremente la política del presidente Madero y del gobernador Manuel Mestre Ghigliazza. Gurdiel fue encarcelado a raíz de la publicación de ciertos asuntos que tuvieron que ver con la vida privada del gobernador Mestre, pero ayudado por sus amigos escapó a San Antonio, Texas, EEUU., en donde contrató a una docena de mercenarios con los que se presentó en Balancán, tomado ésta plaza a nombre del general Orozco.

Al conocerse la noticia, los familiares del vicepresidente Pino Suárez que vivían en Balancán, organizaron junto con las autoridades locales un comando punitivo que los aprehendió para luego aplicarles la “ley fuga”. La ejecución de Gurdiel y sus mercenarios, fue motivo de intensa polémica en el Congreso de la Unión y es el único hecho sangriento con ribetes políticos que se registra durante el régimen maderista.

Luego del cuartelazo del general Victoriano Huerta que costó la vida al presidente Madero y al vicepresidente Pino Suárez, se levantaron en armas en la H. Cárdenas, los hermanos Carlos y Alejandro Greene Ramírez y Ramón y Aurelio Sosa Torres; mientras en Balancán hacían lo mismo Luis Felipe y José Eusebio Domínguez Suárez. Ambos grupos de revolucionarios establecieron contacto con el general Venustiano Carranza, primer jefe de la revolución constitucionalista.

Al triunfar Carranza en 1914, nombró gobernador al general Luis Felipe Domínguez Suárez, comandante de la Brigada Usumacinta y primo hermano del asesinado vicepresidente de la República. El nombramiento del caudillo de los Ríos incomodó a los de la Chontalpa, iniciándose una cruenta lucha por el poder entre ambos grupos; no obstante, fue el gobernador Domínguez quien expidió el decreto de abolición de las deudas del peonaje y el sistema de servidumbre, el acto más reivindicatorio de la revolución en Tabasco. Otro acto similar lo hizo el gobernador Francisco J. Múgica en 1916, al realizar el primer reparto agrario en El Chinal, Jonuta.

El enfrentamiento Greene-Domínguez llegó a su clímax durante las elecciones de 1919, los de la Chontalpa que se hacían llamar “rojos” y los de los Ríos que se denominaban “azules”, escenificaron la más sangrienta lucha electoral de que se tenga memoria en ésta entidad. Aunque el general Carlos Greene Ramírez se declaró triunfante y asumió el gobierno, los seguidores del general Domínguez instalaron su propio Congreso en Amatitán, Jonuta, y nombraron Gobernador al Diputado federal Francisco Castellanos Díaz, obligando a Greene a solicitar licencia temporal para buscar el apoyo de Carranza en la Ciudad de México.

Castellanos Díaz apoyado por el jefe de operaciones militares en el estado, tomó en Villahermosa el palacio de gobierno, mientras el Gobernador interino Tomás Garrido Canabal instalaba el gobierno y el congreso en la barra de Santa Ana, Cárdenas. Este conflicto poselectoral, con dos congresos y dos gobernadores en un mismo estado, es el primero que se registra en la historia política del México postrevolucionario. Para destrabar el asunto, Carranza reconoció el gobierno del general Greene, y nombró a Domínguez jefe de operaciones militares en el Istmo de Tehuantepec.

El enfrentamiento entre “rojos” y “azules” creó una nueva facción aún más radical, los “guindas”, que pretendieron, con el apoyo del secretario general de gobierno Tomás Garrido, tomar el control del Congreso del Estado; sus acciones generaron un clima de inestabilidad política que al poco desembocó en ingobernabilidad. El 25 de octubre de 1920, luego de una balacera en el palacio de gobierno donde murieron dos diputados y dos funcionarios de la administración greenista, el Senado de la República declaró desaparecidos los poderes del Estado de Tabasco y el gobernador Greene fue aprehendido y encarcelado en la Ciudad de México.

En 1924, Adolfo de la Huerta, levantado en armas contra el gobierno del general Alvaro Obregón, llegó al puerto de Frontera acompañado de tropas al mando de los generales Salvador Alvarado y Cándido Aguilar, e instaló su gobierno.

Argumentando que buscaría el reconocimento de su gobierno en los Estados Unidos, viajó a Nueva York; antes, extendió sendos nombramientos de jefes del movimiento a los caudillos que le acompañaban, pero lo hizo en secreto, a cada uno por su lado, lo que originó a la postre el enfrentamiento entre ellos, de ahí que éste movimiento haya tomado el nombre de la rebelión sin cabeza.

No obstante, durante los primeros seis meses de ese año el estado de Tabasco se mantuvo bajo el control de los generales y políticos delahuertistas, que hicieron huir con rumbo a Guatemala al Gobernador constitucional Tomás Garrido Canabal.

El gobierno de los Estados Unidos reconoció al general Alvaro Obregón como presidente de México y le dio apoyo económico y militar. El delahuertismo que mantenía el control del sureste de México (Tabasco, Campeche y Yucatán) poco a poco fue vencido. El general Salvador Alvarado fue asesinado en los límites de Tabasco y Chiapas cuando se disponía huir, y su cadáver fue expuesto al público en la aduana de Frontera.

Garrido Canabal se reinstaló en el gobierno e inició una feroz campaña contra el general Carlos Greene quien se había unido al delahuertismo luego de escaparse de la Ciudad de México que tenía como cárcel. Los hermanos Greene perdieron la vida a manos del ejército obregonista y con ello se pacificó el estado.

Sin rivales políticos de peso, el gobernador Tomás Garrido se consolidó en el gobierno promoviendo una serie de reformas que impulsaron la educación racionalista y la organización social principalmente; de ésta, surgieron sindicatos de cuanta actividad se desarrollaba en la entidad, y también los jóvenes llamados “camisas rojas”, encargados de eliminar el fanatismo por medio de una virulenta política anticlerical sostenida por el régimen, y por el combate contra el alcoholismo.

Amante del folclore, Garrido organizó anualmente ferias donde orgulloso exponía sus mejores ejemplares de ganado cebú que había hecho traer a Tabasco desde Brasil; premiaba los productos agrícolas más desarrollados; impulsaba las competencias artísticas y de salud como la del niño sano; e instituyó el famoso certamen de belleza para elegir a lo que entonces se llamó mensajera del progreso, hoy, flor más bella.

La influencia política de Garrido duró alrededor de 16 años en Tabasco, período en el que en dos ocasiones fue electo gobernador constitucional. Garrido también fue el primero en proponer la reelección del general Obregón, y luego del asesinato de éste, se constituyó en el hombre leal del jefe máximo, general Plutarco Elías Calles.

Cuando el presidente Lázaro Cárdenas decidió acabar el maximato y exilió del país al general Elías Calles, Garrido renunció a su cargo de secretario de Agricultura y Ganadería y retornó a Tabasco con el cargo de director de Educación; ese puesto desempeñaba cuando una balacera en la céntrica calle Juárez de Villahermosa donde perdieron la vida 16 jóvenes, hizo que el Congreso de la Unión declarara desaparecidos los Poderes del Estado, obligándolo al exilio voluntario en Costa Rica, con lo que llegó a su fin el período conocido como el garridismo.

Durante los gobiernos de Noé de la Flor Casanova y Francisco J. Santamaría, el impulso a la educación fue tarea prioritaria; durante esas administraciones el avance en construcción de escuelas fue notable. En cada una de las cabeceras municipales y en sus principales pueblos se construyeron primarias y se impulsó la labor cultural: se creo la biblioteca José Martí y se abrió la escuela tecnológica.

Biblioteca José Martí, UJAT.

En 1956, durante el gobierno sustituto del general Miguel Orrico de los Llanos, con recursos del Gobierno Federal presidido por Adolfo Ruiz Cortínez, se inauguró la carretera circuito del golfo que unió a Tabasco con el resto del país; en ese año, el ilustre tabasqueño Carlos Pellicer Cámara, fundó el museo arqueológico de La Venta que contiene las cabezas monumentales olmecas; y el museo arqueológico de Tabasco, con muestras de la cultura maya.

Entre 1959 a 1964, el gobierno que encabezó Carlos Alberto Madrazo Becerra, impulsó la educación y a través de los desayunos escolares que se repartían en todas las escuelas de la entidad, con lo que se aseguró que todos los niños recibieran clases y alimentos.

Durante la administración madracista se ejecutaron importantes obras urbanas en todas las cabeceras municipales; la capital del estado se embelleció con la construcción del malecón, avenidas, fuentes, monumentos, la ciudad deportiva y la universitaria. La red caminera del estado se desarrolló como nunca antes, integrando a las comunidades más alejadas con las principales poblaciones del estado.

El impulso a las actividades agropecuarias fue notorio con la creación del Plan Chontalpa. Miles de habitantes ribereños tuvieron acceso a los servicios de salud, gracias a la puesta en marcha de un barco denominado “El Mensajero de la Salud” que hacía continuos recorridos por los ríos de Tabasco. En el sexenio madracista el desarrollo de Tabasco fue sin precedentes y quedaron sentadas las bases para la modernización de la entidad.

Los gobiernos posteriores continuaron las obras de engrandecimiento de Tabasco; en 1971 con el objetivo de rescatar más de 115 mil hectáreas para la producción agropecuaria en la zona fronteriza México-Guatemala, se creó un nuevo polo de desarrollo denominado Plan Balancán-Tenosique, y en 1974 la industria petrolera nacional comenzó a desplegar gran actividad en la entidad.

En 1979, el gobierno de Leandro Rovirosa Wade consiguió incrementar los recursos provenientes de las participaciones federales con motivo de la creciente expansión de la industria petrolera, los fondos financieros fueron distribuidos entre los 17 municipios del estado, robusteciéndose las haciendas de las comunas y otorgándoles a los ayuntamientos mayor capacidad para brindar mejores servicios públicos y construir más obras de interés social.

Pese a todo, la bonancible situación financiera del Estado no fue suficiente para encarar el reto que imponía la creciente demanda de servicios que se desató aparejada al llamado boom petrolero. La capital del estado quedó chica al flujo de población y de vehículos automotores; la presencia inesperada de miles de connacionales que traían su propia cultura impactó al pueblo tabasqueño que a la larga se vio obligado a modificar costumbres, iniciándose un proceso de interculturización que terminó por sepultar la apacible vida provincial de otros tiempos.

En respuesta, la administración rovirosista fundó casas de la cultura y unidades deportivas en las 17 ciudades cabeceras y en las Villas; se incrementaron las obras de urbanización y embellecimiento de los municipios.

Se construyeron más caminos y se pavimentaron las más importantes carreteras.

Carretera Estatal Tulipán-Balancán.

En la capital del estado se ampliaron calles y avenidas, y se construyeron la primera fase de la ciudad industrial, el hospital Rovirosa y  un moderno aeropuerto.

Así como el Centro de Investigaciones de la Cultura Olmeca y Maya, el Teatro del Estado.

Tambien se encuentran entre estas obras el Planetario y el Centro de Convenciones;

y el complejo urbanístico Tabasco 2000 para dar atención a la demanda de viviendas.

A partir de 1983, el gobierno de Enrique González Pedrero puso en marcha el Sistema Estatal de Planeación Democrática para encargarse de recoger la demanda popular de obras y servicios con lo que se fortaleció la participación ciudadana en las obras y acciones del gobierno. La intensa participación social en el gobierno, permitió avances democráticos sin precedentes.

A partir de ésta fórmula, el desarrollo comunitario fue tarea cotidiana para elevar el nivel de vida de miles de tabasqueños pobres que, apoyados por el gobierno, trabajaron en el mejoramiento de sus propias viviendas y en tareas comunitarias que les permitieron provisión de alimentos y elevar sus estándares de vida.

 

De la misma forma, los municipios desarrollaron un Sistema Municipal de Planeación Democrática que les permitió la elaboración de sus planes municipales de desarrollo y de los programas operativos anuales, de manera que las obras se ejecutaban de acuerdo a las prioridades que las propias comunidades indicaban, y los recursos públicos podían programarse adecuadamente sin afectar los ejercicios presupuestales aprobados por el Congreso del Estado.

Fue durante la administración gonzalezpedrerista cuando los municipios contaron con el Centro Estatal de Estudios Municipales, un organismo descentralizado del Poder Ejecutivo encargado de velar por el fortalecimiento municipal a partir de la revisión y estudio de su historia y de las normas constitucionales que dieron vida a esa instancia de gobierno. Este Centro permitió avanzar como nunca antes en materia de reglamentación municipal.

En el sector cultura y comunicaciones se tuvieron importantes avances con la construcción de la Biblioteca Central del Estado, una de las más grandes de América Latina; la reconstrucción integral del parque Tomás Garrido Canabal el cual obtuvo a nivel internacional reconocimiento a la arquitectura, diseño y ambientación.

Parque ´´Tomás Garrido´´.

Para albergar en un solo espacio todas las oficinas gubernamentales construyó el Centro Administrativo.

También se puso en marcha el laboratorio de teatro campesino e indígena que cobró prestigio nacional e internacional; y la construcción de grandes puentes que unieron para siempre la geografía del Estado.
En 1989 llegó al poder Salvador José Neme Castillo luego de una contienda electoral reñida por la participación inédita de un verdadero grupo opositor, cuyas acciones crearon un clima de inestabilidad política en Tabasco.

Centro Administrativo del Gobierno del Estado.

Luego de tres años de constantes enfrentamientos entre el gobierno y la oposición, el presidente Carlos Salinas de Gortari invitó al gobernante a ocupar un puesto de director en una dependencia del ejecutivo, siendo sustituido por Manuel Gurría Ordóñez, quien igual que su predecesor, tuvo que soportar la andanada oposicionista que tomó la plaza de armas, y las principales calles de la capital.

Sin embargo, durante el gobierno de Gurría se logró consolidar apoyos económicos a los municipios a través de la descentralización de recursos federales vía el Programa Nacional de Solidaridad, siendo durante su administración que el estado de Tabasco obtuvo reconocimiento en el ámbito nacional con los premios a la Acción Comunitaria y a la Acción  Municipal, por el trabajo de organización y participación ciudadana y la transparencia en el manejo de los recursos públicos realizado por pueblo y gobierno del municipio de Emiliano Zapata.

De la misma forma durante esta administración estatal se realizaron en la capital del estado, con la participación de la iniciativa privada, la rehabilitación y mantenimiento a las fuentes públicas, patrimonio cultural de los tabasqueños, remodelándose el reloj de las Tres Caras, se construyó el Puente solidaridad y el Centro de Interpretación de la Naturaleza “YUMKA”.
YUNKA, Centro de Interpretación de la Naturaleza.

En 1995 inicia el gobierno de Roberto Madrazo Pintado teniendo como premisa fundamental la de anteponer al desarrollo de las cosas, el desarrollo del hombre. Esa atención prioritaria del gobierno a las entidades humanas ha permitido el ejercicio del poder respaldado por el pueblo, y en consecuencia, la instauración de un gobierno democrático.

El interés por buscarle solución a los reclamos de la oposición, ocasionados la mayor de las veces por las afectaciones petroleras a los caminos, campos de cultivos y ganaderos, cuerpos de agua y viviendas, llevaron al gobierno neomadracista a establecer una nueva relación con Pemex, a partir de la creación de un organismo interinstitucional denominado Cimades, para atender de manera expedita los reclamos de los afectados, y para que, las participaciones petroleras se invirtieran en obras y acciones consensadas por las comunidades que reciben el impacto de la industria petrolera.

Para impulsar la educación en todos los niveles, a lo largo del sexenio se incrementó sin precedentes al presupuesto del sector, se repartieron becas, textos gratuitos, en los niveles primaria y secundaria y se aseguró alimentación a través de los desayunos escolares a niños provenientes de familias vulnerables.

En apoyo a la educación superior se fundaron la Universidad Tecnológica en el municipio de Centro, y los institutos tecnológicos de la región de los Ríos y de la Chontalpa, el primero en Balancán y el segundo en Comalcalco.

En H. Cárdenas se construyó la Universidad Popular de la Chontalpa, y en Tenosique se apoyó la creación de la Extensión Ríos de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco.

En materia de salud, se construyeron los hospitales municipales de Paraíso, Huimanguillo y Emiliano Zapata y se ampliaron el hospital regional de Balancán y el del Niño en Villahermosa.

Para modernizar las carreteras se amplió a cuatro carriles la carretera Cárdenas-Tonalá y la Nacajuca-Jalpa de Méndez.

En la ciudad de H. Cárdenas se construyó el corredor urbano “Luis Donaldo Colosio Murrieta” sobre la carretera federal 180 Coatzacoalcos – Villahermosa tramo Cárdenas.

En Emiliano Zapata se dignificó el Acceso a la Villa Chablé.

Acceso a la Villa Chable.

Modernizándose además accesos de diversas cabeceras municipales.

Acceso a Emiliano Zapata, vía Tenosique.

Se rescataron los centros históricos y/o plazas públicas de los municipios.

De la misma manera se construyeron para la recreación, convivencia y esparcimiento de las familias tabasqueñas parques ecológicos y malecón.

Parque Ecológico de Huimanguillo.

En la ciudad capital se construyeron dos puentes sobre el río Carrizal, uno sobre el Grijalva, y cuatro pasos a desnivel; y se encuentran en proceso de construcción para su funcionalidad del nuevo libramiento periférico dos puentes sobre el río carrizal y para la prolongación de la Av. Tabasco con la col. Gaviotas el puente Grijalva V.

Puentes sobre los rios Carrizal y Grijalba.

Se ampliaron el periférico Carlos Pellicer, las avenidas Paseo Tabasco y 27 de Febrero,  encontrándose en proceso de construcción el arco norte con el que se concluirá el libramiento carretero de la ciudad de Villahermosa.

Y para eficientar las vialidades urbanas al interior de la ciudad capital, se implementó el par via.
Se construyó el nuevo parque Tabasco, sede de las ferias estatales.

Parque Tabasco 2000.

Convirtiéndose la ciudad de Villahermosa en una moderna urbe y hermosa puerta del sureste mexicano prestadora de servicios.

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Himno Estatal

Municipios de Tabasco